Silencio. Unos tímidos temblores de fiebre. De nuevo, las defensas alertan. "Otra gripa..." pienso —la fatiga no es gran aliada, "creo que necesito dormir".
Otra prueba rápida (¿cuántas por mes?). Espero el resultado de rigor. Positivo esta vez.(¿Existen falsos positivos? Según google y el sitio de Santé Québec, no). "Mmm, tiene sentido, ya van varias semanas de toparme durante los talleres, con grupos cerrados por contagios".
Ahora a esperar — justo en estos días que la primavera se comenzaba a asomar. "Al menos logré ver los galantos brotar. ¿Será que alcance a presenciar el despertar de las magnolias?"—.
De pronto, otro embiste de fiebre. Dolor que no cesa, congestión que se filtra en los sueños. "Esto parece una gripa, pero no es una gripa...y yo que pensaba que sentía fatiga". Vaya lotería viral.
Caminar es un giroscopio, pensar es un laberinto. "¿Estás respirando bien? Cómprate un oxímetro, no esperes". Creo que respiro, pero hay algo que no estaba ahí. Hay grietas, una duda invisible de saberse ajeno a lo que se era. "Con que a esto se refieren con las secuelas".
De pronto voy mejor, pero el perfume del cotidiano se ha esfumado, el mundo se le ha borrado a mi nariz. "Dicen que a veces es permanente". Busco su pista, pescar algunos hilos en la escandalosa crema de lavanda, el limón exprimido, el bote de café, en las raíces del cabello de mis niñas. Tímido y lejano, comienzo a atrapar gradualmente pequeñas hebras del aroma del mundo. "Dicen que hay que ejercitarlo". Veremos...
Ahora el virus se ha extendido en casa, poco a poco los veo hundirse en esa fiebre conocida. Pero mientras los pulmones no sucumban, sigues, seguimos, aprendiendo a vivir con las grietas, a ser un número más en las estadísticas, quizás más solos que antes y más atomizados del mundo, esperando que tal como el optimista pasto urbano que se abre camino entre el concreto, algún atisbo de brote resiliente pueda surgir floreciendo de aquellas nuevas grietas. Y quizás, como medicina sutil jubilosa, asistir puntuales para imaginar el perfume de la esperada floración de magnolias de cada primavera.
"La incertidumbre de las magnolias"
Diarios de cuarentena, primavera MMXXII.